story-paragraph
Maika descubrió que era la Tejedora de Épocas un martes. Lo supo con la misma certeza con la que uno nota que ha olvidado cerrar la puerta de su casa o que le ha puesto demasiada sal a su consomé. No hubo rayos, ni voces del cielo. Solo una nota, metida cuidadosamente en la puerta, firmada por el Departamento de Continuidad ...