Voces en la oscuridad

Secretos Oscuros - El Capataz

star star star star star

Capítulo I. El Capataz 

Patrick Garrett, era un periodista investigador del ocultismo obsesionado por los secretos oscuros de la religión vudú, que se había extendido desde Haití hasta Puerto Rico. Sus investigaciones se centraban  en la región de Yauco en Puerto Rico, en las plantaciones de café. Había escuchado rumores que en una de las haciendas de la familia york, existía un capataz capaz de resucitar a los muertos.  

Patrick necesitaba buscar una forma de acercarse, al patriarca de la familia york no le gustaba que husmearan en sus negocios y menos que fueran a sus plantaciones. Así se embarcó en el primer viaje que encontró hacia Puerto Rico,  luego se desplazó al sector de las Rancheras,  donde se encontraban la mayoría de las plantaciones, alojándose en un pueblo cercano. El siguiente paso era buscar trabajo en alguna de las haciendas de la familia, así aprovecho que estaban buscando trabajadores para "Las Marías", y se contrató.

En la plantación trabajaban gente del pueblo, pero también tenían una gran cantidad de esclavos que dormían en las barracas. No se le permitía a ningún pueblerino pernoctar en la hacienda. Los únicos que vivían allí, además de los esclavos,  era la servidumbre de la casa patronal, en su mayoría esclavos liberados, y un capataz.

Patrick comenzó investigando en las barracas, preguntando a los esclavos por el capataz de los rumores, pero ellos siempre contestaban que no sabían nada. Así decidió probar suerte con los campesinos del pueblo.  Por fin uno de ellos le habló de Lorenzo uno de los capataces  de "Las Marías", de mano pesada, tenía fama de duro con los campesinos y esclavos que trabajaban en las plantaciones. La gente del pueblo le tenía miedo, decían que practicaba costumbres oscuras de sus padres, quienes  habían sido houngan, sacerdotes vudú.

 Al otro día se dirigió a una de las plantaciones  a cargo de Lorenzo, necesitaba ver más de cerca a este capataz. Durante los trabajos uno de los campesinos tuvo un fuerte altercado con el capataz,  pero no fue la discusión lo que llamó  más la atención de Patrick, sino que fue la mirada aterrada de los hombres que se encontraban alrededor. El capataz dio un latigazo para que los hombres volvieran al trabajo mirando fijamente al campesino llamado José, este se puso pálido lleno de terror e inmediatamente pidió disculpas.

- Por favor, disculpas patrón no volverá a ocurrir- Dijo.

El capataz no presto atención a las suplicas de José, continuo con su caballo para observar al resto de los trabajadores. Para  Patrick la situación fue algo extraña sobre todo por la reacción de los campesinos y esclavos. ¿Será verdad todo lo que decían en el pueblo? Se preguntó.

Luego de un par de días Patrick volvió a la plantación y se encontró con la noticia que José no había vuelto a trabajar. Al término del día consulto al dependiente de la hostería donde se hospedaba, si sabía dónde vivía José. El pueblo era pequeño, así que todos se conocían. Con la dirección entregada por el dependiente, se dirigió a la casa de José.

- Buenas tardes, se encontrará José - pregunto.

- Quién lo busca - preguntó la señora que abrió la puerta.

- Mi nombre es Patrick, soy uno de sus compañeros en la plantación. Noté que hoy no fue. Mi intención no es molestar solo quería saber si se encontraba bien.- contestó Patrick 

- Hay mi señor santo, a mi José le han hecho mal de ojo - respondió la señora - pase, pase por favor.

Patrick entro en la modesta casa pasando a un pequeño comedor donde la señora le ofreció un café.

- Mi José - comenzó diciendo la señora -comenzó con una fiebre repentina anteanoche, luego de llegar del trabajo.

Anteanoche.

José junto al resto de los campesinos que trabajaban en la plantación, llegaba al pueblo para descansar. En su cabeza aun rondaba el altercado que había tenido con Lorenzo el capataz.

- Hola má - le dijo a su esposa.

- Porque esa cara mijo- replicó.

- Na'a má, cosas del trabajo.-

- Venga que le tengo una rica sopa -

José entro a la casa, se sentó en el pequeño comedor y esperó a que su señora le sirviera la comida. A medida que se tomada la sopa comenzó a sentirse mal, como si cada sorbo le quemará desde la garganta hasta el estómago extendiendo el calor por todo su pecho.

- José que te pasa - le pregunto su señora Clarita.

- Nada má, es que está muy picante la sopa - respondió transpirando.

- ay, sino tiene ají, venga - su señora le toco la frente y dijo - pero José  estas hirviendo en fiebre, venga a la cama que le voy a poner unos paños fríos -

La señora Clarita tomo unos paños y los mojo con agua helada, los puso en la frente de su marido tratando de bajar la fiebre. Mientras el pobre José se quejaba de la garganta.

- La garganta me quema má -

- Calma mi'jo te traeré una agüita de yerbas buenas para calmar el dolor -

La señora Clarita le pasó el vaso con el agua, José se lo tomó de un tranco, y comenzó a toser sin parar hasta vomitar sangre.

- ay dios mío que te ha pasado, esto es mal de males - exclamó la señora Clarita persignándose. 

La mañana siguiente vino a verlo el médico del pueblo, luego de examinarlo no pudo decir cuál era el mal que aquejaba a José. La toz se volvía más intensa, parecía que al pobre se le iba salir el corazón. 

- Lo único que puedo darle es un poco de morfina para aliviar el dolor - le dijo el médico a la señora Clarita.

- El doctor no le dio ninguna esperanza a mi pobre José  - Continuó diciendo la pobre señora sollozando. - fue durante la tarde en un momento de calma, que se quedó dormido y no despertó más, fue como si algo le hubiera robado el alma -

Para Patrick toda la historia le parecía extraña, será que existía alguien con tanto poder para enfermar a un hombre hasta morir, se preguntaba. Después de dejar la casa de la señora Clarita, camino a su habitación, decidió que debía indagar más de cerca al famoso capataz. Así a la mañana siguiente, mientras todos estaban en la plantación se metió en la casa del capataz.

La casa no era muy grande, tenía una habitación principal con un pequeño comedor, una cocinilla y dos habitaciones que servían de dormitorio. No había nada extraño en aquella casa, Patrick estaba por salir cuando al pisar noto que el piso se hundía, como si hubiera una puerta. Movió la alfombra que lo cubría, encontrando una entrada a un sótano. Levanto la trampilla de madera, encendió su encendedor y comenzó a descender  por la escalera. Lo primero que pudo observar era que el lugar estaba rodeado de velas de distintos colores, al final de la habitación había una especie de altar lleno de velas,  frascos de vidrio y otros de cerámicas tapados con género, del techo colgaban patas de gallina, ornamentos hechos de madera y plumas. Patrick se encontraba asombrado con todo lo que había, encendió una de las  velas y se dirigió hacia el altar, a medida que se acercaba comenzó a sentir un olor pestilente.  Al llegar la piel se le puso de gallina, en un círculo con sangre  se encontraba un corazón de algún animal, una lengua amarrada y un muñeco igual al pobre José, con unos alfileres en su garganta y  en el corazón. No pudo aguantar las náuseas y salió corriendo de aquel lugar. 

Al salir de la casa se encontró de frente con una de las sirvientas de la casona

- ¿Quién es usted y que hace aquí?. Llamaré a mi padre - dijo la joven.

- Calma, calma por favor,  puedo explicarlo todo - respondió Patrick.

(Continuará..)

 

Si que gustan las historias compartelas, así ayudarás a los escritores a darse a conocer. Gracias. Postpad.net

Últimos Relatos

story-paragraph

Capítulo Final. Resurrección

Patrick comenzó a golpear la tapa del ataúd con todas sus fuerzas hasta que sus nudillos sangraron. Cuando logró romperla, la tierra comenzó a caer por el orificio. Lentamente comenzó a abrirse camino hacia la superficie, pero era demasiado el esfuerzo, las fuerzas ...

story-paragraph

Capítulo III. Rete anpe. Mantente en paz

Al despertar Patrick se encontraba atado a una camilla,  se llenó de pavor  al recordar lo que había visto en el rito con el sirviente, su corazón comenzó a latir más rápido, trato de zafarse pero no pudo. Podía sentir el ritmo...

story-paragraph

Capítulo II. El Rito

Amaia como se llamaba la joven, era la hija de unos de los capataces. Trabaja en la casona pero vivía en el pueblo  al igual que el resto de los campesinos. Patrick le contó quién era, acerca de su investigación y lo que hacía en la plantación.

- Debe tener muc...